Hoy no tenía pensado escribir; la verdad es que no había ánimos o más bien el cansancio hacia que hoy mi inspiración y mis frases se guardarán en ese baúl para otro momento pero me alegro que no fuera así.
Cuando nos levantamos, cuando nace un nuevo día, miles de situaciones nos pueden aguardar y con ellas las sensaciones son infinítas.
No tiene que pasar algo grandioso para que un día normal se convierta en especial, puede ser tranquilo pero con enseñanzas y nuevos descubrimientos que te haga sentir que caminas sobre una paseo y no en un camino de tierra.
Hoy no hay filosofía en mis letras, ni pensamientos rebuscados sólo existe la sencillez de decir que en una sonrisa hay luz. ¡Qué gran poder hay y qué poca gente valora!
En ella hay mensajes; hay sensaciones, hay sentimientos...hay paz y quién la recibe se siente como en casa. Puedes sentirte triste, apagado o simplemente cansado pero ella te transporta a otro mundo; aunque sólo sea en un pequeño instante, pero ya te sientes mejor; feliz. La gente, como ya comenté, corre en la vida y no sabe detenerse para apreciar los pequeños placeres de la vida y el contemplar una sonrisa es uno de ellos. Provocan alegría, bienestar, unión, tranquilidad...¡es mágica!
Puedes sentirte apagado que ella puede darte luz en tu día, puede darte motivos para sentirte única, puede darte hasta respuestas de algunas preguntas y yo me pregunto: ¿Porqué hay gente que le cuesta sonreír?
En las pequeñas cosas están las mayores grandezas y ésta es una muestra. Conversar con un amigo y que sonría plácidamente me hace sentir una persona con mucha suerte; por compartir ese momento, por tener esa compañia y porque soy la receptora de ese regalo. No es premeditado sino espontáneo y en ello está lo bello. Convierte un momento básico o "normal" en situaciones que guardas en tu recuerdo como algo mágico.
Hoy soy afortunada. Me regalaron sonrisas y, en ellas, complicidad. Un amigo, un ángel, un niño.Tres personas, tres bellezas.Y gracias a esos regalos puedo decir que hoy es distinto; hoy mi sonrisa también es realidad; también fue un regalo que no esperaba.
Puede ser que mañana sea más gris o con menos luz, más opaco o sin nada que celebrar pero no pienso en qué ocurrirá sino me dejo llevar por lo que hoy llevo en mi. Hay que saber valorar aquello que te da la vida y aunque haya lágrimas, no tengas lo que deseas ahora o simplemente te llevaste algún desengaño algo puede hacer que sea diferente. Y hoy ese algo es una sonrisa real y sincera.
Qué bonito y qué verdad es lo que escribes Isabel. No hace falta que sean palabras rimbombantes o sonoras, simplemente sencillas, para expresar la magia de la vida, como una sonrisa, el silencio, el Amor... Te auguro una vida feliz. No en el futuro... ahora mismo. Un abrazo.
ResponderEliminarQué gran verdad! Una simple sonrisa, una palabra agradable o un beso cariñoso son suficientes para animarnos el día. No hacen falta artificios o grandes riquezas, en la sencillez está la felicidad. Animarte a seguir este blog y que escribas, porque lo haces muy bien y tienes un talento que cada día crece. Estoy orgullos de ti!
ResponderEliminarHay personas que son más felicies, o creen serlo, con más propiedades, con más cantidad y no valoran las pequeñas cosas; los pequeños detalles.
ResponderEliminarUna sonrisa puede cambiarte esa pesadumbre, esa melancolía se convierte en ilusión...esa caricia ya te hace estar en el cielo o un abrazo te da el cobijo que necsitabas.
Me quedo con todo eso que es lo que me hace sentir viva y, ahí, reside la felicidad.