CAMINOS
Concepto físico y abstracto; tan
fácil de definir aparentemente pero va más allá que una simple palabra o
conjunto de ellas.
Los caminos o rutas se construyen
para desplazar las personas o vehículos
y si partimos de este significado hablamos de un concepto físico y real. Pero el
que me refiero, aquel que dejo mi mente sin nada más que esos pensamientos que
me dicta esta alma soñadora es el abstracto de carácter espiritual.
De este modo, no hay que olvidar
que tiene un cierto comportamiento moral.Un camino recto, honesto, certero y
sin paradas.Una orientación hacia ese objetivo, ese destino. Nuestra meta. Y
ahora me pregunto yo: ¿quién lo marca?
Cada acto nuestro se basa en
aquellos valores, en nuestras creencias, en nuestros deseos y sueños, en lo que
perseguimos y lo que detestamos. La vida pasa; el reloj va hacia adelante y
algunos de ellos se irán diluyendo con el tiempo y otros, en cambio, serán
perpétuos. Si no hay avance no hay pasos y sin éstos no se construye nuestro
camino. Parece fácil: sólo camina, corre o ves haciendo pequeños pasitos. ¿Pero
quién dijo que la sencillez es nuestra amiga?
Hay momentos en el regalo que es
la vida que hay que detenerse. Demasiados actos, hechos, sentimientos,
elecciones.ELECCIÓN. Os diré un secreto: hay miles de vías por la que poder
pasear, caminar y descubrir. Y cada uno de ellas hay sorpresas, vivencia,
ganancias y, por lo tanto, pérdidas. Pero no se conoce el contenido de las
mismas si eliges; podrás hacer miles de conjeturas pero son meras fantasías o
semejanzas a la realidad inventada.
Pero no mentiré que da miedo
elegir porque puedes perder y no volver a tener aquello que te entregaba vida
pero si no arriesgas no hay juego. Y aquí hemos venido a jugar la partida con
final que conocemos pero no el momento exacto. Cambiar de sendero; de
protagonistas, de trabajo, de hogar: todo es cambio y con ello lo hacemos
nosotros mismos. ¿Pero quién elige? ¿La vida misma, el destino que está
escrito, que todo pasa por un porqué o mientars caminamos nuestro corazón marca
la ansiada ruta hacia nuestro meta?
Habrá mil y una interpretaciones
pero, siendo sincera, creo que es más importante el hecho de construir nuestro mundo, de saber elegir poniendo mente
y corazón en la mesa y ahí seguir por las baldosas de la vida. Soy de las que
piensa que el raciocinio es básico pero me defino una soñadora eterna y alma es
mi guía. A ella no la puedo engañar ni mentir. Y si me equivoco en elegir soy
fuerte, luchadora, capaz y al final intentaré ir en busca de aquello que dejé
atrás y si es posible recuperarlo. Pero nada vueve a ser lo mismo. Hoy no eres
como ayer ni mañana la misma persona que hoy.
Hay que ser conscientes que
incluso una palabra puede cambiar el libro de tu historia, ¿no lo va hacer en
una elección que marcará un antes o después de tu existencia? Ese te quiero no
pronunciado por miedo, esa ruptura que alargas no por la muerte del amor sino
por una falsa pena, el no a un cambio de residencia por temer a lo nuevo o el
callarse para evitar palabras que se evitan escuchar.Con el miedo perdemos y
podemos evitar hasta la propia felicidad. Nos detiene lo desconocido, lo que no
conocemos, lo que está detrás del río, nos provoca un temor da ese paso al
frente. Pero, finalmente, se vuelve a caminar.
No sé hasta dónde me llevarán
estos pasos, si tendrá fecha de caducidad o de pronto aparecerá esa elección que
me hará reemplantearme seguir o detenerme pero es el que elijo, el que deseo,
el que quiero. Mi alma manda, mis sentimientos hacen que actúe y mi corazón
decide. No hay paradas, no me detendré porque no hay reloj en el mundo que vaya
hacia atrás y, simplemente por ello, no pienso recular en este fantástico viaje
hacia la eternidad.