Te escribo sin saber qué te voy a contar o lo que prefiero callarme pero me conoces bastante bien; incluso en los silencios.
¿Cómo estás? No logro imaginarte la verdad, intento hacer el esfuerzo pero no hay manera; mira qué me gusta soñar despierta pero que yo sea la protagonista cuesta!
Aquí me tienes con la música como siempre, hoy toca un poco de romanticismo o melancolía; ya sabes que soy un pelín dramática.
Querida yo, espero que estés bien. Que la vida sea luz para ti; lo deseabas con todas tus ansías. No sé si estás leyendo estas palabras acurrucadita en el sofá con tus calcetines que siempre te acompañan en las frías noches de invierno. Y te preguntarás cuándo las escribiste o analizando el porqué; te doy un consejo: deja de examinarlo todo y vuela.
No sé cómo estará tu mundo pero el mio está demasiado revuelto y gris, demasiada codicia y egoísmo; guerras; todas ellas llenas de víctimas inocentes y los culpables en libertad. No me gusta; me duele. Ya sabes que soy demasiado sensiblona; pero eso no lo pierdas; JAMÁS.
Hace días que no me encuentro muy bien, será la edad, será que quiero hacer demasiadas cosas y mi exigencia me bloquea. ¿Aprendiste a superarlo? Aprendiste a ir paso a paso y, aunque tardes más, no sentirte menos; no eres más débil; me escuchas?
Ahora estarás llorando; nos conocemos bien. Pero no es malo llorar, los sentimientos ganan a la razón. Cómo siempre hacías, escribe. Tu gran pasión.Tu gran remedio para el corazón.
Por cierto, publicaste tu libro? Ojalá sea un sí! Pero si no es así seguro que tienes esa libreta dónde dejas cada parte de ti mientras la luna te acompaña; la noche es tu inspiración. Pero sigue luchando por esa meta tan soñada; seguro que llegará ese día.
Te quiero recordar tus ganas locas de leer que tenías siempre; tu lugar favorito dónde encontrarte era rodeada de libros y fantasear con lugares, experiencias, aventuras y misterio. Ahí no sentías miedo; no te perseguían los fantasmas que a veces te vienen a visitar haciéndote un poco más pequeña.
Yo intento luchar con ellos, con los que me hicieron tanto daño pero a veces, sin avisar, vienen; los mismos; los más oscuros. Pero intento aprender a dejarlos en en pasado; seguro que tú ya los dominas!
Quiero saber si has aprendido entender al tiempo; detenerlo cuando toca y dejarlo libre cuando él te lo pida. Que el tic-tac del reloj sin cesar no sea tu compañero.
Y hablando de compañeros... necesito saber si te han amado de verdad, del que te apreta el alma y te deja con esa sonrisa que ilumina todas tus noches... Sigue siendo tu Edward? El que te robó el corazón sin apenas darte cuenta y ya no puedes imaginar esta vida sin él? Deseo que sea así; os lo merecéis. El camino no ha sido fácil, para qué engañarnos, no? Pero te prometiste dejar todo aquello que pasó, todos los nubarrones de hace siglos porque no ayudan, no sirven, tiñen de negro y vosotros sois luz! No conozco a nadie que ame como lo haces tú; dejarías todo por él pero escucha: dale lo mejor de ti; lo bello; tú sin miedos.
¿Y tus peques cómo están? Tu niño y niña deben estar enormes, llenos de vida y de sueños, de proyectos y mama osa protegiéndolos ante todo lo que les rodea; pero, sobretodo, enseñándoles ser buenas personas con un corazón noble enorme.
Quiero que recuerdes las ganas que tenías de hacer clases de baile, que nunca se te olvide ese profesor de baile que te dijo que tenías un don y no lo dejaras escapar. Baila, sonríe, brilla.
Y mientras escucho la música ya pienso que estoy en esa ciudad qué tengo tantas ganas de visitar: Nueva Zelanda. ¿La conoces ya? No olvides que te prometiste viajar sin descanso; tu gran otra pasión, cada rincón te enseña tanto; incluso su cielo te habla. Ya te imagino con esa mirada nostálgica mirando fotos de todos los viajes que te has regalado y que eres incapaz de ordenar.
Y tus proyectos de ser una gran directiva siguen en pie? A veces has deseado tirar la toalla pero eres demasiado cabezota como para dejar las cosas a medias; que nadie te diga que no puedes conseguir nada. Por ellos; por los que no creían en ti, por ellos; los que no te dejaron hundirte. Sigue; camina.
Fuente: deviaje.com
También te quería preguntar por la familia; sé que somos poquitos pero a nuestra manera nos queremos. Papá se marchó y dolió tanto que seguro que sigues hablando con él, a escondidas le lloras recordando su te quiero antes de irse. Nos quería; eso seguro. ¿Y mamá? ¿Está bien? Te prometiste llamarla más, que su orgullo no te afecte. Que no tengas que echar de menos su presencia; bastante echamos de menos.
¿Y nuestros hermanos son felices? Se lo merecen, bastante batallas luchadas; nos tocaba ganar ya no? Nuestra hermana es una luchadora y la vida le recompensó con la pequeña Leire; nuestros hermanos ya son papás? Cuídalos; siempre.
¿¿Y locuras??!! Dime alguna, deseabas tantas pero a veces piensas demasiado. Te hiciste el tatuaje que ya desde adolescente anhelabas? O te subiste a ese escenario a bailar y cantar cómo si no existiera un mañana? No dejes de hacer locuras,... son tan necesarias!
No te olvides de ti, eres valiente y una niña que necesita sentir, reír, amar, llorar,soñar: VIVIR.
No dejes de ser un alma libre, arrolladora y aprende a ser egoísta; aunque sólo sea un poquito.
No olvides el pasado pero sólo para mirar el futuro; sólo existen el ahora.
Mírate, esas arrugas te muestran que no fue un sueño, que todo lo vivido te enseñó a ver el mundo con tus colores, que tu acuarela está llena de ellos, que los años no son malos; son una bendición. No temas del día que no estés; que sé que te da miedo; ellos serán felices; tus niños y tu amor están contigo; no te dejarán sola.
Y ahora sonríe que hay mucho que bailar en esta vida!
Tú; yo.